Contaminación del aire doméstico y salud

Datos y cifras

  • Unos 2600 millones de personas cocinan y calientan sus hogares con fuegos abiertos y cocinas en los que queman biomasa (madera, excrementos de animales o residuos agrícolas) y carbón.
  • Cada año, cerca de 4 millones de personas mueren prematuramente por enfermedades atribuibles a la contaminación del aire de los hogares como consecuencia del uso de combustibles sólidos para cocinar.
  • La contaminación del aire doméstico causa enfermedades no transmisibles.
  • Más del 50% de las muertes por neumonía en menores de 5 años son causadas por partículas inhaladas en interiores con aire contaminado.

Panorama general

Unos 2400 millones de personas siguen cocinando y calentando sus hogares con combustibles sólidos (como leña, desechos agrícolas, carbón vegetal y mineral y excrementos de animales) y queroseno, en fuegos abiertos y cocinas con fugas. (1) En su mayor parte, se trata de personas en situación de pobreza que viven en países de ingresos medianos y bajos. Además, se observa una gran desigualdad en el acceso a medios menos contaminantes para cocinar entre las zonas urbanas y rurales: en 2020, solo el 14% de las personas que vivían en áreas urbanas utilizaban métodos y combustibles contaminantes, mientras que esta proporción ascendía al 52% entre la población rural del mundo.

La contaminación del aire doméstico se genera al usar combustibles y tecnologías ineficientes y contaminantes dentro y alrededor de las viviendas que contienen numerosos contaminantes dañinos nocivos para la salud, entre ellos partículas pequeñas que penetran profundamente en los pulmones y entran en el torrente circulatorio. En las viviendas mal ventiladas, el humo interior puede tener niveles de partículas finas 100 veces superiores de lo aceptable. Las mujeres y los niños, que suelen pasar la mayor parte del tiempo dentro de las casas, son los que resultan más afectados. Por otro lado, la dependencia de tecnologías y combustibles contaminantes consume mucho tiempo, puesto que es necesario ir a buscar el combustible, prepararlo para su uso y cocinar en fuegos y hornos ineficientes.

Orientaciones

Ante el uso generalizado de cocinas y combustibles contaminantes, la OMS publicó sus directrices sobre la calidad del aire de interiores: quema de combustibles en los hogares (en inglés), que ofrecen orientaciones prácticas y basadas en la evidencia sobre los métodos y los combustibles que no contaminan usados en los hogares. Por ejemplo, se desaconseja utilizar queroseno y carbón sin procesar; se clasifican combustibles y técnicas a fin de proteger la salud, basándose en metas establecidas de emisiones; y se subraya la importancia de actuar para mejorar todos los usos de las fuentes de energía en los hogares, en especial para cocinar, calentar y alumbrarse, con objeto de que el entorno sea más saludable. Además, la OMS ha determinado que los métodos y combustibles (en inglés) que no afectan a la salud en el lugar de uso son la energía solar, la electricidad, el biogás, el gas licuado de petróleo, el gas natural, los combustibles a base de alcohol y los hornos de biomasa que cumplen las metas de emisión establecidas en las directrices de la Organización.

Se calcula que, si no se adoptan medidas políticas contundentes, 2100 millones de personas seguirán sin disponer de combustibles y tecnologías no contaminantes en 2030. (1) La necesidad de actuar es especialmente apremiante en el África subsahariana, donde la población ha crecido a tal ritmo que muchas personas no disponen de medios de cocina no contaminantes y 923 millones de personas carecían de acceso a ellos en 2020. Entre las estrategias encaminadas a aumentar la adopción de energías no contaminantes en los hogares se encuentran las políticas de ayudas económicas para adquirir tecnologías y combustibles menos contaminantes, la mejora de la ventilación y el diseño de las viviendas y las campañas de comunicación para fomentar el uso de energías no contaminantes.

Consecuencias para la salud

Cada año, 3,2 millones de personas mueren prematuramente por enfermedades atribuibles a la contaminación del aire doméstico causada por el uso ineficiente de combustibles sólidos y queroseno para cocinar (para más información al respecto, consúltense los datos sobre la contaminación del aire doméstico -en inglés). Las partículas en suspensión y otros contaminantes del humo de interiores inflaman las vías respiratorias y los pulmones, dificultan la respuesta inmunitaria y reducen la capacidad de oxigenación de la sangre.

Estas son algunas de las causas de estas 3,2 millones de defunciones tras la exposición a la contaminación del aire en los hogares:

  • el 32% se deben a la cardiopatía isquémica, y el 12% de ellas (es decir, más de un millón de muertes prematuras cada año) se puede atribuir a la contaminación del aire doméstico;
  • el 23% se deben a accidentes cerebrovasculares, y el 12% de las defunciones por esta causa son consecuencia de la exposición diaria al aire doméstico contaminado por cocinar con combustibles sólidos y queroseno;
  • el 21% se deben a infecciones de las vías respiratorias bajas: la exposición al aire doméstico contaminado casi duplica el riesgo de neumonía en la niñez y causa el 45% de las defunciones por esa enfermedad en los niños menores de 5 años. Además, esta contaminación también supone un riesgo de sufrir infecciones agudas de las vías respiratorias bajas en los adultos y se le puede atribuir el 28% de las defunciones por neumonía que padece este grupo de edad;
  • el 19% se deben a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), y el 23% de las defunciones por esta causa en los países de ingresos bajos y medianos se debe a la exposición a la contaminación del aire doméstico; y
  • el 6% se debe al cáncer de pulmón: aproximadamente el 17% de las defunciones por esta causa en los adultos son atribuibles a la exposición a materiales cancerígenos presentes en el aire doméstico contaminado, que proceden de la quema de queroseno o de combustibles sólidos, tales como madera y carbón vegetal o mineral, para satisfacer las necesidades del hogar.

Respuesta de la OMS

La OMS presta asistencia técnica a los países y les ayuda a mejorar su capacidad para efectuar sus propias evaluaciones y fomentar el uso doméstico de tecnologías y combustibles que preserven la salud. Para evitar la contaminación del aire en los hogares y su impacto negativo en la salud, la OMS desarrolla las actividades siguientes (en inglés):

  • elabora directrices sobre la calidad del aire y el uso de combustibles en los hogaresque contienen recomendaciones relativas a los tipos de combustibles y tecnologías que protegen la salud, así como estrategias eficaces para difundir el uso de combustibles y tecnologías domésticos menos contaminantes;
  • crea capacidad en los países y regiones mediante consultas directas y talleres sobre energía y salud en los hogares;
  • mantiene la base de datos mundial sobre energía en los hogares para hacer un seguimiento de los progresos realizados en la transición hacia combinaciones menos contaminantes de combustibles y cocinas en los hogares y, en su calidad de organismo responsable de proporcionar datos sobre el indicador 7.1.2 de los ODS, informa de la proporción de la población cuya fuente primaria de energía consiste en combustibles y tecnologías no contaminantes. Además, la OMS ayuda a evaluar la carga de morbilidad por la contaminación del aire doméstico generada por el uso de combustibles y tecnologías contaminantes;
  • elabora y actualiza herramientas y recursos, como el conjunto de soluciones para promover las energías domésticas no contaminantes (conjunto de soluciones CHEST), para ayudar a los países a determinar cuáles son las partes interesadas del sector de la energía doméstica y la salud pública a fin de elaborar y aplicar políticas relativas al uso de energías domésticas que no afecten a la salud, así como de hacer un seguimiento de su aplicación;
  • ayuda a los gobiernos a calcular los costos y los beneficios para la salud de aplicar intervenciones en materia de energía doméstica;
  • convoca la Plataforma de Acción sobre Salud y Energía, que trabaja para mejorar la cooperación entre los sectores de la salud y la energía a fin de dar acceso universal a la energía no contaminante y sostenible para los hogares y los establecimientos de salud para proteger la salud de las personas;
  • trabaja con los países, los investigadores y otros asociadospara armonizar los métodos de planificación y evaluación en todos los contextos con el fin de realizar evaluaciones coherentes y rigurosas de la energía y la salud en los hogares;
  • junto con los países y las entidades que realizan encuestas, lleva a cabo actividades para mejorar, armonizar y poner a prueba nuevas preguntas para los censos y las encuestas nacionales, lo cual incluye la evaluación de los riesgos para la salud del uso de energías contaminantes en los hogares, así como las consecuencias de su uso en función del sexo; y
  • elabora orientaciones y recursospara integrar la energía doméstica no contaminante en las iniciativas mundiales sobre salud y cambio climático, así como herramientas de ayuda para tomar decisiones.

 

Referencias

  1. AIE, IRENA, División de Estadística de las Naciones Unidas, Banco Mundial, OMS. 2022. Tracking SDG 7: The Energy Progress Report. Banco Mundial, Washington DC. © Banco Mundial. Licencia: Atribución-NoComercial 3.0 Organizaciones intergubernamentales (CC BY-NC 3.0 IGO). Disponible en: https://trackingsdg7.esmap.org/downloads
  2. Puthumana JS, Ngaage LM, Borrelli MR, Rada EM, Caffrey J, Rasko Y: Risk factors for cooking-related burn injuries in children, WHO Global Burn Registry. Boletín de la Organización Mundial de la Salud. 2021 junio  1;99(6):439-445. https://doi.org/10.2471%2FBLT.20.279786